<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



domingo, 21 de junio de 2009

y en la inmesidad se hace tan difícil...

y es que es tan complicado...
a la entrada de mérida hay un monumento a la guardia civil. 'el honor es su divisa,' reza una inscripción. y me parece leer algo sobre su misión: 'humanitaria'.
mi prima, una de ellas, que vive en badajoz y que se ha acercado a mérida a comer conmigo, anda preocupada por las canas. critica a quienes no se tiñen el pelo como es debido. a quienes no se depilan, claro. y anda preocupada por el mundo ante afrentas como que una no vaya a su boda (aunque sea porque una no va a bodas, no porque no haya ido a la suya en especial...)
mi casa mide 40 metros. a mi prima y a mi tía les extraña, les parece incluso algo como de lo que una debería avergonzarse (o al menos pensar que debería "vivir mejor", "más dignamente", "aspirar a más") . como de no depilarse, supongo. o de no ir a bodas. para compensar sacan a relucir mi carrera (la licenciatura, digo). y el doctorado. de eso no hay que avergonzarse, sino enorgullecerse...
y no entienden que no me avergüence (es decir: que no manifieste que quiero-quiero-quiero una casa más grande) ni de lo uno, ni me enorgullezca de lo otro.
no entienden que me gusten las canas. que no me depile, y que no quiera hablar de "las notazas" que saqué en antropología (palabras de mi madre, que metida en ese juego de 'presumir de hija', les ha trasmitido ese término...). mucho menos que no vaya a bodas.
¿en qué trabajas? ¿qué haces? ¿no te casas? ¿no tienes hijos? ¿y tu chico? (porque claro, menos mal -y pongase tono irónico, plis- que una salió con una orientación y prácticas más bien heteros; mi hermana sin embargo no tiene 'novias', no, sino 'amigas'...) (en fin...)
no son preguntas sin más. son formas de vida, ideologías ambulantes. políticas del cotidiano.
a ellas no se les abre la boca en una mueca imposible al ver el monumento a "la benemérita". y se preocupan por ir bienvestidas, y convierten en problema supremo que alguien no lo vaya. son ellas, mujeres, las que parecen perpetuar este sistema de dictadura de la estética... ¿no?
el caso es que el marido de mi prima es majo. y no se preocupa aparentemente de lo estético. pero sus gustos y deseos se han materializado en forma de esa mujer. no comparte sus críticas acerca de los pelos y demás, e incluso llega a comentar que cada uno es libre de ir como quiera, ¿no? que no es tan importante... pero claro... se casó con una mujer determinada.
mientras, a mi, la noche anterior, un varón me dijo mientras me daba un abrazo bastante invasivo: "te garantizo que a mi me encantarían tus pelos!!!!"
y es que en los talleres que imparto sobre perspectiva de género aplicada a las drogodependencias, suelo comentar lo de los pelos. lo de que no se depilen y prueben. a ir por la calle. a relacionarse con sus parejas varones heteros. que prueben.
y va uno de los varones asistentes (con el que por otra parte hubo más de un debate-conversación muy interesante), y al salir del taller me suelta eso mientras me abraza.
y yo no puedo más que pensar que necesita otra vuelta de tuerca. me da igual (o me debería dar igual) que le gusten o no. de hecho, en mí le gustarían porque me ha conocido, en forma de persona parlante que dinamiza un taller, ha debatido conmigo y debe ser que "mi capacidad dialéctica y teórica" (ay! esas carreras, esos libros leídos...) compensará lo de los pelos e incluso lo convertirá en un acto de "inteligente rebeldía", que es lo que ha debido resultarse atractivo a este hombre... ¿o no? Y claro, a mi me sale decirle que me da igual si le gustan o no. y claro resulto borde, ejem, pero es que: se trata de mi cuerpo. .. ¿o es que no es mío?
no, va a ser eso: que no es mío. como el de cualquier mujer...
mi prima, al día siguiente, se encarga de recordármelo una vez más. sólo que de otra forma.
y el monumento. con su paridad bien representada en forma de hombre y mujer, del benemérito cuerpo (y este sí que es de ellos), que llevan en brazos la figura de una-otra mujer. esta vez mayor. no joven como las dos personas que la sostienen (que eso de la edad es otra jerarquía, vaya...)
y así me funciona el cerebro, ya ven, que mientras me llevan a un restaurante de parrilladas de carne a comer y se producen las críticas sobre pelos y vestidos y demás, a una le vuela la mente a la explotación animal, el monumento, y los sistemas de género...

ays... ya me podría funcionar de otra forma, coñe, que ante la inmesidad... se hace tan difícil... ¿talleres? buah! la política del cotidiano ni se altera...
no son los pelos, ni el monumento, o el no respeto a la diversidad. da igual. son la punta del iceberg. difícil es porque una se pone de frente a la forma de ser y habitar el mundo que subyace en personas así... blanca, burguesa, de género interiorizado hasta la médula...

buenas noches... que ya es hora...
mañana será otra inmesidad...