<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



miércoles, 9 de abril de 2008

de quimeras y huelgas de cuidados...

No es que esté especialmente prolija, pero es que a una le da por llevar dos días sin ser capaz de ponerse a escribir sobre aquello que tiene que escribir (y que no es precisamente en este blog), y va una y no puede, y se pone a pensar en cosas y gentes, y conversa con unas y con otras, y se pone triste (o alegre, según se dé, da un poco igual a veces...) pero eso, en definitiva, que la cabecita vuela, y entonces piensa una en las quimeras (que no: las utopías), y le da por acordarse de un texto que hace poco ha re-encontrado, y que le gustó mucho, y que dice así:

" Avances sobre la denominada ‘Huelga de Cuidados’

Ya han transcurrido diez días desde que se inició la tan anunciada y sin embargo poco esperada ‘huelga de los cuidados’. Las repetidas advertencias – ‘el día que me vaya me voy a quedar más ancha que larga... y ya veremos cómo se las arreglan...’ – dejaron de ser meras palabras amenazadoras el día que los delantales amanecieron flameando en los balcones. Lo que había parecido en principio un arrebato particular de un día resultó ser un hecho generalizado. Las mujeres habían decidido colgar sus batas y delantales y parar...

Juan Villanueva, supervisor del departamento de marketing de la multinacional ACME, comenta: “al salir de la ducha me extrañó la ausencia del olor a café. Fui a comprobar en la cocina, y efectivamente, la mesa estaba despejada, los fuegos apagados, y mi mujer aún en la cama profundamente dormida. Pensé que no había escuchado el despertador, pero me dijo: 'déjame, esta es mi huelga'. " Muchos otros, como el Señor Villanueva se encontraron con esta sorpresa y acudieron a sus trabajos con el estómago vacío, la camisa arrugada y una pequeña mueca de contrariedad.

Esta mañana hemos visto al Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, él mismo también luciendo una camisa arrugada, pidiendo la calma a la población y ha anunciado la reducción de horas laborales según las necesidades vitales de sus trabajador@s, eso sí, señalando que es una medida estrictamente temporal. Sin embargo, hemos podido comprobar durante estos diez días, que ante la incapacidad por parte de las instituciones de tomar las riendas y soluciones pertinentes, l@s habitantes de esta ciudad empiezan a organizarse con bastante efectividad. Superado el miedo y el caos del primer día, cuando pudimos ver aquellas dramáticas imágenes de niños berreando a la salida de los colegios, ejecutivos desaliñados viajando en el metro, mayores sin asearse esperando su medicamento, usuarios a los que se les colgaba el teléfono tras el anuncio: “mire, hoy usted no tiene la razón”, así como clientes perplejos ante la exigencia de utilización del condón por parte de la señorita, entre otras, poco a poco el miedo ha sido reemplazado por un gran optimismo e iniciativas de cooperación tremendamente creativas. Ya pudimos ver desde el segundo día cómo algunos habían decidido bajar al abuelo en su butaca a la plaza y pedir de favor al panadero: “Don Víctor, échele un ojo a mi suegro, vuelvo en seguida que tengo que hacer la compra antes de que cierre el mercado”. La policía intentó desalojar lo que pronto se convertirían en salones comunales, y grandes ollas populares organizadas en espacios amplios como entidades bancarias, oficinas de ayuntamiento, y grandes supermercados. Sin embargo, la negativa de enfrascar el cuidado en casa ha sido tan generalizada que se han visto obligados no solo a consentir el uso tan atípico de estos espacios, sino a impedir el paso de los coches a las calles tomadas por niñ@s. Una de las mujeres nos ha comentado sobre cómo valora hasta ahora esta ‘Huelga de Cuidados’, “parece ser que conseguiremos eliminar la división sexual y étnica del trabajo afectivo. Ya hemos dado el paso más importante al ubicarnos tod@s en un plano horizontal en el que no hay cuidadoras ni receptores del cuidado, sino que tod@s estamos en el circuito de transfusión de cuidados”.

Lo escribieron Pau y Maggie desde Precarias a La Deriva, en marzo de 2005. Y decía al principio que le da a una por pensar en las quimeras porque 'Quimera' es lo imposible, aquello que desafía todos los límites creados y aprehendidos. 'Quimera' es creer en aquello que no puede ser verdad... Es Ilusión, Ensueño, Fantasía, Sueño, Utopía, Imaginación, Invención, Delirio, Espejismo, Alucinación, Figuración, Visión, Pesadilla, Ideal, Entelequia, Iniciativa, Ficción, Irrealidad, Esencia, Substancia... Y 'Quimera' son también las posibilidades de ser (lo virtual) más allá del ser (lo material)
Según la Real Academia Española, 'quimera' es "aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo". Y yo pregunto: ¿qué es "lo verdadero"? porque quienes tienen el poder de defirnir la realidad, la construyen...

No estoy especialmente prolija, no, pero es que me ha dado por ponerme a pensar en quimeras y ya ven, me vino a la mente esta 'huelga de mucho cuidado', que pasando por el imposible de los delantales (esa metáfora...) colgados de los balcones, abre toda una quimera por construir y autoorganizar...

Por último, un guiño pa mi Aniya Periférica, que tiene en su blog un video muy pero que muy apropiado (aunque la quimera va más allá de un señor con periódico... ay! si fuese tan sencillo...) y que hoy le comenté que quería poner por aquí (te lo copieteo) :-)



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