<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



sábado, 21 de junio de 2008

de 'bugs' e 'insectos' de verdad...

Ejem! va una entrada larga y densa, creo... la que avisa... :-)

"Si los ordenadores son los telares mecánicos de la revolución industrial moderna, el software es algo así como tricotar. Los programadores todavía se afanan en fábricas digitales que los explotan codificando softwares a mano, escribiendo y reescribiendo unas tras otras confusas líneas. No es sorprendente que a veces se salten un punto que luego se convierta en un error del programa.
¿O es el error lo primero que ocurre? Grace Hopper fue quien, escribiendo el software para el primer ordenador programable, introdujo los términos "error" y "corrección de errores" en la programación de ordenadores al encontrar una polilla, que interrumpía la continuidad de los circuitos de su nueva máquina.
Por todas partes se han ocultado criaturas. Incluso en las centrales telefónicas pululan multitud de insectos. 'Hay multitud de cables aquí y cuando un montón no funciona al mismo tiempo parecen un nido de serpientes. Algunas muchachas piensan que en los agujeros de esos cables viven bichos. Se les denomina "insectos de los cables" y, supuestamente, pueden picarte y causarte erupciones en las manos. No te lo crees ni tú.'
A mediados de la década de 1990, la Red era el soporte de una gran población de motores de búsqueda, índices en línea y ayudas para la navegación, una población insectoide de robots de la Red, arañas, hormigas, orugas, vagabundos, compradores inteligentes, buscadores de ofertas, corredores de bolsa, agentes, charlas automáticas, softbots (software robots), homobots, woggles. Diseñados como máquinas de programa con cierto grado de especialización, estos agentes y bots tenían cierta pericia para la programación y un compromiso incorporado para 'trabajar en nombre de sus dueños mientras éstos se dedican a otros trabajos'.
Los ordenadores pueden llevar las abstracciones matemáticas a la vida en el sentido estricto y no existen límites matemáticos a lo sutil y a lo tortuoso. La diversión sólo acaba de empezar..."

Este fragmento pertenece al libro Ceros+Unos de Sadie Plant, que andaba leyendo por marzo, y que me tenía abstraida en un mar de reflexiones y anécdotas sobre Ada Lovelace (y muchos/as más), el hardware, el software, los telares y el arte de tricotar en red... Sigue este capítulo-fragmento hablando de los gusanos que se extendieron por la Inet allá por finales de los 80, y continua así:

"(...) En 1972, ARPAnet, el sistema que prefiguró la Internet, fue dañado por un "organismo desarrollado espontáneamente, abstracto y autorreproductor". (...) Por un error ínfimo, toda la red cayó.
Esta infección en particular pudo ser erradicada porque sus efectos eran obvios y devastadores, pero una exhibición de fuerza tan masculina y prepotente no es muy inteligente. Como demuestra Hans Moravec, exhibir su existencia no es la mejor táctica para una nueva forma de vida. 'Entre los programas sin dueño existe un importante criterio de selección natural: reprodúcete pero pasa inadvertido. Es muy probable que muchos organismos insospechados vivan tranquilamente ya... en las memorias de los ordenadores en todas partes. La mayoría no se descubrirán nunca.'

Y de ahí salta Sadie Plant a la inteligencia artificial, y nos introduce en un mundo de creaciones, desórdenes (humanos :-) ), inteligencia, ciencia ficción y feminismos... Interesante lectura... Y no sé por qué, en marzo me dio por querer hacer una entrada con esto de los errores informáticos y la sugerente perspectiva de esta autora que lleva a verlos como algo vivo, fuera de todo control, y que permanecen en las redes... Transcribí toda la primera parte, y allá que lo dejé, desbordada por la realidad de mi cotidiano aquel entonces (ay! marzo, qué mes más horrible que fue...) Pero hoy me acordé de nuevo de esta entrada... me contaron que una personita había encontrado un 'bug' detrás del cual llevaba un año... y me vino a la mente mi fragmento de entrada de blog... En realidad casi que esta primera parte de la entrada del blog es para ellos dos (quien me lo contó y quien por fin encontró al bichito que perseguía ;-) ), pero hoy ya es junio, no marzo, y resulta que me las ando leyendo a Virginie Despentes y su Teoría King-Kong. Hoy también coincide que salí a pasear con mi perro, y le compré una pipeta (una ampollita cuyo contenido se les echa en la piel) para impedir que aniden en él, cual ordenador, bichitos como las pulgas, garrapatas y mosquitos de esos que transmiten cosas malas a los perros... Pero ando enganchada a la Despentes, y bichitos mediante, no puedo más que unir las ideas de una demostración de fuerza prepotente y masculina, 'bugs' sutiles que anidan en los ordenadores y los perros, y lecturas que proponen 'pensar la violación como un riesgo inevitable, inherente a nuestra condición femenina... Una libertad increíble de des-dramatización' Y no es que se me esté yendo la cabeza o traiga por los pelos el artículo de Despentes, no... Es que hacía tiempo que no leía algo tan certero, sincero y poderoso acerca de ese uno de los grandes tabús: la violación... porque los mecanismos sutiles por los que ésta queda inscrita en nuestras subjetividades, y que tan lúcidamente expone Virginie Despentes , me recuerdan a los bugs que idealiza Hans Moravec y que son tan difíciles de encontrar... Ella se me antoja en algo así como esa personita que encontró el 'bug' esta mañana tras un año de andar detrás suyo, tratando de desvelarlo, de visibilizarlo, escondido tras interminables ristras de códigos y nidos de cables... y lo consigue...

"(...) Sobre todo, me da rabia que frente a tres hombres, una escopeta y atrapadas en un bosque del que no podíamos escapar corriendo, hoy todavía me sienta culpable de no haber tenido el coraje de defendernos con una pequeña navaja" (que llevaba en el bolsillo de su chaqueta) "Al final, uno de ellos encontró la navaja y se la enseñó a los otros, sinceramente sorprendido de que yo no la hubiera sacado: 'O sea que les gustaba'. Los hombres, francamente, ignoran hasta qué punto el dispositivo de emasculación de las chicas es imparable, hasta qué punto todo está escrupulosamente organizado para garantizar que ellos triunfen sin arriesgar demasiado cuando atacan a mujeres. Creen inocentemente que su superioridad se debe a su gran fuerza. No les molesta pelearse con una escopeta contra una navaja. Piensan, alegres imbéciles, que ese combate es igualitario. Ese es el secreto de su tranquilidad de espíritu.
Resulta sorprendente que en 2006, mientras que todo el mundo se pasea con minúsculos ordenadores portátiles, con cámaras de fotos, teléfonos, agendas y aparatos de música en el bolsillo, no exista todavía un solo objeto que podamos meternos en el coño cuando salimos a dar una vuelta y que cortaría en pedazos la polla del primer idiota que quisiera entrar sin permiso. Quizás no sea deseable hacer que el sexo femenino sea inaccesible por la fuerza. Es necesario que siga abierto, y temeroso: una mujer. Si no, ¿qué definiría la masculinidad?.
Post-violación, la única actitud que se tolera es volver la violencia contra una misma. Engordar veinte kilos, por ejemplo. Salir del mercado sexual, porque has sido dañada, sustraerte voluntariamente al deseo."

No es la demostración de fuerza prepotente y masculina, es la polilla que nos cortocircuita desde pequeñas, que te vulnerabiliza y convierte en violable por el hecho de ser mujer... como un bug, un error de software, de programación, previo a ti, que se reproduce invisible a lo largo de nuestra triste esencia dicotómica 'hombre-mujer.'.. pero cuyo descubrimiento y corrección (cual 'debug') no pasa por convertirnos en seres "asexuados", o ser capaces de matarlos y/o responder con igual violencia (¿igual? je! me hace gracia ni siquiera pensarlo... si sólo se tratara de la violencia explícita...)... Sigamos con Despentes:

"Nos obstinamos en hacer como si la violación fuera algo extraordinario y periférico, fuera de la sexualidad, evitable. Como si concerniera tan sólo a unos pocos, agresores y víctimas, como si constituyera una situación excepcional, que no dice nada del resto. Cuando, por el contrario, está en el centro, en el corazón, en la base de nuestra sexualidad. Rito de sacrificio central, está omnipresente en el arte, desde la antigüedad su representación en los textos, la escultura, la pintura es una constante a través de los siglos. En los jardines de París y en los museos, vemos representaciones de hombres forzando a mujeres. En Las metamorfosis de Ovidio parece que los dioses pasan el tiempo queriendo tirarse a mujeres que no están de acuerdo, consiguiendo lo que quieren por la fuerza. Fácil para los que son dioses. Y cuando se quedan embarazadas, encima las mujeres de los dioses se vengan de ellas. La condición femenina, su alfabeto. Siempre culpables de lo que nos hacen. Criaturas a las que se responsabiliza del deseo que ellas suscitan. La violación es un programa político preciso: esqueleto del capitalismo, es la representación cruda y directa del ejercicio del poder. Designa un dominante y organiza las leyes del juego para permitirle ejercer su poder sin retricción alguna (...) yo tomo todos los derechos sobre ti, te fuerzo a sentirte inferior, culpable y degradada."

Miedo a que te ocurra, asco cuando sucede. Vergüenza. Estigma. Dolor. Rabia. Impotencia. Afirma Virginia Despentes: la violación es lo único que las mujeres -hasta ahora- no se han reapropiado.
Porque... ¿y si el camino empieza por la des-dramatización? Tengo grabadas en mi mente las palabras de una de las protagonistas de 'Fóllame', cuando la están violando y ella permanece quieta, tranquila... no es una mera cuestión de relajarse y que no la hagan más daño (que durante un tiempo fue una recomendación que nos hacían nuestras mayores feministas...), es que cuando el tío se queja de que parece que sea follar con un muerto, ella se vuelve y le dice: '¿qué te crees que llevas entre las piernas?'. Es duro escribir sobre esto siendo mujer, porque sabes, sientes... Es la polilla... escondida, y que como ya escribiera la feminista italiana Alessandra Bocchetti en 1984: "si hoy una mujer puede ilusionarse por ser un individuo entre otros, siempre será una mujer a los ojos de los hombres, esté dando una conferencia en la Universidad o paseando por la calle (...) Cotidianamente una mujer tiene que sufrir tantas sutiles humillaciones, por el solo hecho de ser mujer, que ha terminado practicando una cierta sordera, para así no darse cuenta. Su cuerpo es amenudo tan humillado por lo que la circunda, ya sea la gente o los medios de comunicación, que ha aprendido a hacer lo que a ningún otro ser en el mundo le es necesario hacer: olvidar de tanto en tanto la propia identidad sexual. Este es el signo de una enorme violencia sufrida, su colmo y no su exceso, ya que es la normalidad cotidiana para una mujer; el exceso no sucede todos los días y por fortuna puede no suceder jamás."

'El exceso': la violación.

Y vuelvo a Despentes: "(...) Paglia nos permitía imaginarnos como guerrilleras, no tanto responsables personalmente de algo que nos habíamos buscado, sino víctimas ordinarias de algo que podíamos esperar cuando se es mujer y se quiere correr el riesgo de salir al exterior. Ella era la primera que había sacado la violación del horror absoluto, de lo no dicho, de lo que no debe ocurrir nunca. Ella hacía de la violación una circunstancia política, algo que debíamos aprender a encajar. Paglia cambiaba todo: ya no se trataba de negar, ni de morir, se trataba de vivir con."

Un día -hace relativamente poco si contamos todos mis años previos de acción-reacción al más puro estilo guantazo en toda la cara- descubrí que ya no sentía rabia (nunca sentí miedo en esos casos) cuando algún tío se metía conmigo por la calle o me violentaba de alguna manera... Ya no me violentaban, pero tampoco practicaba la sordera... Ya no. Sabes que sucede. Y no lo temes. Y no te sientes violentada. Porque ya no tienen ese poder... Y respondes de forma que te sales del marco normativo de la violencia en que ellos te inscriben (los guantazos en la cara es lo que tienen, que encima te los devuelven, sin ningún problema, oye...), o el de la sordera. Y buscas, y compartes con otras (mujeres, sobre todo), posibles respuestas, estrategias, fórmulas que visibilicen que no eres un cacho de carne con ojos (a no ser que tú lo quieras y desees, que para eso estás y eres...). La desdramatización surgida de la reflexión cruzada por tu cuerpo, el tuyo, el de mujer... No es que un tío listo venga y te diga que no pasa nada o que te "invite" a reaccionar con más violencia de la que reaccionamos (les encanta: ¿por qué vosotras no os defendeis más violentamente? en definitiva: ¿por qué no sois como nosotros?)... Es que necesitamos seguir pensando en ello, en encontrar y desactivar las polillas, los bugs que viven y se reproducen a sí mismos anidados en el sistema, sin llamar mucho la atención... Y entonces una llega a su miedo, y sabe que ya no sentirá vergüenza si sucede (los tiempos es lo que tienen, que avanzan y te mueven, sobre todo si creces entre pensamientos feministas que te ayudan a reaccionar ante preguntas como: '¿y qué hacías allí tú sola, tan de noche?') pero llegas a tu miedo... el miedo de que pase, de que te agredan, la rabia, la impotencia... Y para mí, hoy, en junio, tras una lectura más que sugerente y una cabecita que funciona como lo hace la mía (quiero decir: que me lleva a unir bugs, software y cuestiones de género), en esta entrada de blog no pretendía más que llegar aquí, a ese miedo, y al reto de desactivarlo, de encontrarlo y desvelarlo...

¿Y si el camino empieza por la des-dramatización?
Ahí les dejo con esa pregunta que tanta desazón aún me crea...
Espero no haberos aburrido, y que si se os ocurre algo que comentar, lo hagáis, porque yo necesito seguir pensando... (bueno, y dormir :-) )
Besos de buenas noches.

4 comentarios:

Unknown dijo...

me he tenido que sentar en diferentes rato sy días para acabarlo... pero parece ser que lo he conseguido!!! ;)

Pues lo de la desdramatización, alguna vez que ha salido ese tema con gente que trata temáticas sexuales y/o de género, siempre ha sido algo con sus pros y sus contras,... y sobre todo ha sido un tema resbaladizo y demasiado abierto a mal interpretaciones, por lo que tratarlo por internet suele ser más que polémico.

Una persona que hacía (y supongo que seguirá haciendo) unos análisis y conclusiones que te pasas, sexologa además, decía que al sexo se le ha otorgado la mayor de las importancias al mantenerlo en el ocultismo absoluto, de manera que si alguien te toca el pelo ni te inmutas, pero si te toca alguna de las zonas corporales que llevamos más tapadas es poco menos que un machista/sexista, poco respetuoso, etc.

En el penultimo párrafo mentas lo de quedarse impávida ante una violación, siempre he pensado que una persona que fuerza a otra a tener relaciones sexuales, lo que le atrae es la fuerza que puede ejercer contra otra que se resiste; pero aun así, el dejarse follar cuando realmente, no tienes ni puta gana, pues como que me cuesta aceptarlo.

De todas formas, la violación crea un sentir social de "asco" (rechazo) a la/s persona/s violadas creando así, al mismo tiempo, una sensación de autorechazo en la persona que lo ha sufrido. Debería empatizarse con esas personas y no hacerlas sentir víctimas, sino conocedoras de una nueva vivencia de la que puede que hayan aprendido y enseñado (a su entorno) muchas cosas. Creo también, que esa fatal experiencia, pues me parece fatal cualquier situación contra-voluntad, debería unir más a las personas en la repulsa común del heteropatriarcado, en general, y de las violaciones en particular.

De todas formas, este tema es mejor que lo dejemos para fuera de internet, para discutir en torno a un café o unas cervezas, según gustes...

Pat dijo...

Hola Koldo. mmmmmm, he tardado en pensar si responderte o no, porque efectivamente, la comunicación vía internet se hace compleja... Pero no para este tema sólo... Pienso que en realidad cualquier comunicación escrita se hace compleja... Y he tardado en decidir si respondía, no por eso (que ya digo que me parece que siempre es más complejo que tener el tono de voz, las miradas, la posibilidad del diálogo fluido...) sino porque al leer tu post -que siempre me agrada encontrar :-) - pues como que veo que hay temas, matices, que o no he conseguido transmitir bien, o que interpretas de forma diferente a como yo lo quiero exponer... Y eso sería más fácil de hablar, claro, no de escribir. Pero como este es el medio que tenemos :-) pues quería anotar alguna cosa que me parece importante a raiz de lo que me comentas. Y sobre todo, que me parece super interesante para poder seguir pensando, con lo que por mi, estupendo poder reflexionarlo desde el blog...
Lo que más necesitaría expresar después de leerte es que para nada hablo (o pretendía hablar) de quedarse impávida ante una violación. Y tampoco estoy hablando de lo que le excita o deja de excitar a quien viola (incluso un debate sobre eso me parecería estéril, llegado el caso)-, no son puntos desde los que me posicione yo para una argumentación-reflexión de lo que he tratado de exponer en esta entrada del blog... pero claro, es que pienso que hay un diferente posicionamiento vital (y posiblemente teorico-reflexivo) entre tú y yo cuando lo expresas desde la óptica de que 'dejarse follar cuando no tienes ni puta gana, pues como que me cuesta aceptarlo'. Nunca he pretendido posicionarme en el debate respecto a "dejarse" o "no dejarse" hacer. Y el artículo de Despentes (que te recomiendo íntegro) tampoco. Pero es que el peligro es que esa óptica vuelve a colocarnos en la cuestión del 'defenderse vs. no defenderse' de la que yo quiero escapar... Y entonces, preguntarte: ¿qué es lo que no aceptas? ¿que te quieran follar cuando tú no quieres? Vale, perfecto, evidentemente, pero: yo puedo no querer, como muchas mujeres les ha pasado, y aún así producirse que "te follen". Eso no le pasa al hombre por el hecho de ser hombre... La violación existe en el imaginario colectivo como algo dirigido hacia las mujeres, pero es que lo interesante a pensar (y que es el camino que exploro) es que la “violencia sexual” no es sino un efecto excesivo de esa norma de la sexualidad "masculina" (heteronormativa y de dominación) que permite las relaciones entre los sexos sólo en un régimen de disparidad... Un efecto excesivo... pero lo interesante a cuestionar entonces es ese régimen de disparidad. A los hombres no les cruza (como género, no como individualidades en determinados contextos o como niños, que también son suceptibles de agresión, o como varones que se salen de la norma de género y sufren la homofobia, etc.), decía: no les cruza la amenaza de agresión sexual por pertenecer al sexo/género que pertenecen. A las mujeres si. Y lo interesante, para mí, es ponerme a tratar de desactivar ese miedo incorporado, ese cortocircuito, ese marco de violencia preestablecido... Por ahí pretendía ir... y para nada en si lo mejor es defenderse o no porque uno (una, mejor dicho) lo tolere o no... Como expone Despentes: si no te defiendes es que debía gustarte, o que colaboraste, como algún juez ha dictado en sentencia recientemente (es que la mujer en cuestión llevaba vaqueros, y claro... son difíciles de quitar). Y si te defiendes, si escalas en la violencia (aún más): ¿qué se trata: de matar o morir?... El combate es desigual, de eso se trata... Si tengo que deconstruir-desactivar el poder de la violación como sistema de sometimiento y control de un sexo por el otro (que lo es), tendré que ponerme de frente hacia los múltiples entresijos que hacen posible que exista... Y como una ya lleva mucho leído en torno a ese tema, cuando se encuentra con una persona (Virginie Despentes) que habla de des-dramatizar la posibilidad en tanto que posibilidad, ergo: dejar de tenerle miedo-horror-rabia-asco-etc., por mucho que a una la desasosiege pensarlo, vislumbra que ¿es necesario?...
No sé si he conseguido expresarme mejor que antes (en la entrada, quiero decir), pero para nada estaba proponiendo cómo actuar frente a una violación cuando se produce, o qué me parece qué es mejor hacer... Estoy hablando de puritito software de género ;-p
Besos!

PD:(y desde aquí aprovechar para decirles a dos personitas que hablaron conmigo de la entrada y que son unos frikis informáticos de primera -y lo digo como elogio- que vale, que puede ser una 'feature' -característica- del programa, no un 'bug' -error-, pero me molaba la idea de un gusano, de un bicho... porque andaba con las lecturas de la Sadie Plant, coñe, y ella es mucho menos técnica que vosotros je!
Un besillo, y gracias por los comentarios. Lo del 'cracking' me pareció buenísmo! ;-) :*)

Unknown dijo...

mmm, es que no puedo hablar de un sofware de género que me es ageno como si supiese de lo que hablo, lo mismo me pasa con la idea de poder violar a alguien... No le veo el sentido, ni el placer, ni el motivo que impulsa a ello,...

Además, como dices, me es desconocida la sensación de poder ser violada o agredida, me enseñaron bien que el temor no era buen compañero de viajes, por lo que pese a andar por la vida con cautela, no es el miedo algo que me suela invadir. Aunque hablando con mi hermana alguna vez, ella si que me ha dado a entender que ella siente en su cotidianidad el temor a ser violada, por lo que la educación, que ha sido bastante similar, no garantiza un cambio en el software de las personas en cuanto al temor.

Lo cual, como muy bien dices nos hace buscar el software vírico de quien representa una amenaza para el resto. Y la deconstrucción de ese cúmulo de roles que asumen esos hombres que llegan a llevar a cabo las violaciones.

Lo que no termino de pillar, será que esta semana llevo tal paliza mental que ando más que espeso, es lo que comentabas de la desdramatización, pues mi post más que nada respondía, o creía responder, a esa parte. Porque está más que claro lo que es una violación y que hablamos de ello, no estoy tan espeso como para que me tengas que explicar en qué consiste. ;)

Vayamos a la metáfora del sofware: "En mi opinión, la peña funciona con windows, monopolio neoliberal de lo que Un Hombre [llamemoslo p.e: PePe Puertas] y deberían resetear, e instalar sofware libre, digamos: Linux, y que cada cual, despues, ayude a hacer ese linux parte de un sistema operativo común mucho más complejo e igualitario, con el aporte de todas, para el bienestar de todas"

Pat dijo...

Hola Koldo. Jopetas! nunca pensaría que estés espeso o que no sepas lo que es una violación, ejem! pero uau! podríamos eternizarnos a comentarios, asina que na, que la entrada creo que habla -o pretende hablar- de cosas diferentes a lo que tu primer comentario le entraba, y por eso intenté ser más precisa en a qué me refería exactamente, no más.
Un besico.