Y es que hoy amanecí cansada. Y me fui a clase de Doctorado. Un Doctorado que abandoné, pero un profesor con el que sigo en contacto, porque me encanta ir a sus clases y escuchar, pensar... Me peleo poder ir. Se lo arranco a mi cotidiano en este barrio que me inunda y llena, a un trabajo remunerado que siento que me roba el tiempo para lo importante: vivir con quienes quiero... El caso es que allá estoy, anotando cosas (literalmente) como: "¿Cómo se construye la categoría 'drogodependencia'? ¿En qué momento se construye esa 'entidad' que tiene sentido en sí misma?" Y eso: siento que en esa clase me evado. Que me olvido de mi estado emocional. Y Álvaro, mi profesor, me devuelve de golpe a ello con una frase: "una tiene que estar en contacto constante con el material del que habla, una tiene que mancharse las manos". Y me caigo, me golpeo de bruces con el sitio en el que vivo, conmigo misma y con cómo habito el mundo... Porque hoy voy oliendo a fritanga. A humo. Mi abrigo lleva demasiado tiempo en bares cutres. Anoche. Hoy en la mañana... que por eso llegué tarde a esta clase que tanto me gusta venir... Elena no sale a la calle porque le duele. Le duele todo. El cuerpo. Todo. Es una mujer que no llega aún a los 55 años. Y no puede con el dolor de su cuerpo. No sale. No llama ni a su mejor amiga...Quedo con ella en tomar café por la tarde cada semana. Como hoy en la mañana. En nuestro bar cutre del que sales oliendo a humo y fritanga (aunque no frían nada). En el metro, en el tren, camino de la Universidad, es donde más noto el olor que desprendo... Llego a clase y le escucho, y me evado... hasta que suelta aquello de que hay que estar en contacto con... ¿con la vida?...
Marisa tampoco baja apenas a la calle. Por vergüenza. Por cansancio. Por trabajo...
Su hijo en prisión. Vergüenza.
El bebé recién nacido de su hija mayor y ese padre desaparecido. Cansancio.
La otra hija en paro, y esa casa que sigue habitada por los 4 menores, las tres adultas y la maraña de perros... Trabajo...
Y es que vergüenza, cansancio y trabajo son todo uno y lo mismo... Le diría que se bajase a tomar café con Elena y conmigo, pero es que no es de bares esta mujer :-)
Y sigue Álvaro disertando: "No dar por sentado las cosas, no hacer afirmaciones del tipo 'como por todos es sabido..' o 'es evidente que...' ¿Es evidente? ¿Son evidentes las cosas? ¿Por qué lo son?..."
Hoy cuando llegué a la Facultad, leí un cartel a la puerta: "Desayuno contra el plan Bolonia' o algo así. "A la derecha". Miro cuando entro. Una gran parcanta. Cuatro personas con estética 'punki', y una mesica con café, creo, y alguna otra cosa. Casi me choco con un chico por no mirar en la dirección que sigo andando. Ahora en clase me vienen a la cabeza esos 4 chicos bajo la pancarta. Vienen a estudiar. A hacer una carrera. Cada día. De lunes a jueves normalmente. Y la facultad se llena de carteles, de pancartas, de gente en los pasillos y las cafeterías en vez de en las aulas... Qué difícil pararse a pensar, como nos dice Álvaro en sus clases, sobre la vida de uno mismo. Porque no la teorizas. La vives. Y ya. Y por eso vienes de lunes a jueves a hacer una carrera, con tu cresta punki. ¿Cuánto te durará? ¿En qué momento dejarás de estar en los pasillos y las cafeterías, en la Facultad...? ¿Cuánto seguiré yo en lavapiés?...
Hoy sentía que no podía con el mundo, y acá le ando, en un ejercicio de evasión en forma de profesor parlante.
Mercedes me recuerda esta mañana, cuando salgo del portal, que a ver si esta tarde puedo mirar a ver qué cosa de los papeles necesita el chico de Bangladesh que vive en el segundo, ese que le cae tan bien... Y otra vecina me habla de su ordenador recién comprado y a ver si puedo echarle una mano con la puesta en marcha... Objetivarme, teorizarme. Creo que hoy lo necesito. ¿Cómo apearme de mi condición? ¿Cómo apearme de lo que (no 'quien') soy?
Es absurdo ni siquiera pensar en ello... (y por si resulto muy críptica: me refiero a eso que hace que aunque no lleve un cartel ambulante que diga absolutamente nada sobre mí, termino leyendo papeles de personas que no pueden circular libremente por el territorio, o ayudando con ordenadores, o... porque soy 'blanca', soy 'joven', tengo 'estudios', etc. etc. etc.)
El caso es que mi escrito, ese que di a leer a alguien inmensamente cercano, seguía y seguía con observaciones acerca del plan bolonia, con temas sobre impuestos y la declaración de la renta (es que eso de los impuestos es lo que tiene, que a nada que lo piensas, sabes que financian sanidad, educación, transporte público... pero también armamento, ejércitos, iglesia católica... porque unos ellos deciden qué es lo importante y qué no... y eso atraviesa nuestras vidas...) Y bla bla bla, una Patri disertando, en lugar de un profesor parlante. Y me río. Y me acuerdo de lo mal que me sentía en el tren porque entró un señor con medio cuerpo afectado de parálisis pidiendo 'limosna', y esos mismos jóvenes que luchan contra el plan bolonia no movieron una ceja, o a lo peor: como la forma de hablar del señor -y lo que contaba- era bastante particular, risible, eso hicieron: sonreirse, reirse de él por lo bajo... En fin, pues eso, que habia escrito y escrito... (como ahora, que vaya entrada más larga) Y terminaba contando que ante una pregunta de una profesora de la universidad: "¿Qué tal estás?", le había dicho: "yo debo estar bien, gracias... no me puedo quejar ¿no?...".
Y eso. Así acababa y eso podría haber sido todo hoy, mi entrada de hoy...
Pero también quiero escribir que:
los papeles que necesitaba el chico del segundo resulta que son una promesa de contrato de trabajo, de esas que necesitas para obtener el permiso de trabajo. Mercedes no da crédito: "¿que no les dejan trabajar sin permiso pero no les dan el permiso porque no trabajan? Pero ¿qué tipo de trampa es esa?" Y se indigna, y se contagia de esa solidaridad de las personas a pie de calle. De esas que habitan el cotidiano sin teorizarlo... Y que va a preguntar en una asociación que conoce, a ver si alguien puede hacerle un contrato-promesa al chico. Una vecina que pasaba por el portal nos dice que se lo haga un paisano suyo. Tiene que ser un español, le decimos, porque si es un paisano suyo no se lo dan... Y Mercedes, una señora de esas de toda la vida de acá (bueno, con origen segoviano :-) ) se indigna aún más...
y que:
unos compas bajaron a Ceuta para recoger la lucha de unos indios en el monte. E hicieron un video, que pego acá...
VIDEOFOTOS TIGRES DEL MONTE from Alberto García on Vimeo.
Porque no me fijo sólo en lo malo, brisa mía, no sólo.
"Simplemente" que hay veces que me dejo abrumar un poquito... sobre todo las épocas en que le ando más cansada... ya sabes...
besos a todas! y: ¿hacemos un equipo de cricket?... (se admiten chicas, espero! jajajajaja!)
1 comentario:
Ya había comentado yo o de hacer un equipo ad-hoc de los 'movimientos' sociales madrileños para ir a jugar, e incluso tengo un compa de la universidad (un anti-Bolinia de esos, sip) que sabe jugar y nos daria alguna lección antes. Están en busca de un equipo 'de verdad' que vaya, pero si veo que sale mais gente yo me pongo pesado, eh!
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