<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



lunes, 21 de febrero de 2011

una de rubias y atropellos...

me encamino a la librería
hoy voy algo más tranquila, más distraida, más despacio
es que voy con tiempo para recorrer los 10 minutos (a toda leche) que separan mi casa de la librería...

de pronto veo a una mujer
camina delante mío
tiene el pelo teñido de rubio
lleva cazadora con el talle en la cintura
pantalones ajustadísimos, vaqueros tipo mallas
y botas.
altas.
por encima de los vaqueros.

un varón se cruza con ella y casi se choca conmigo por ir mirando hacia detrás... todavía...
dos están conversando en la puerta de la tienda. dejan la conversación. se giran a su paso. comentan (oigo lo que comentan)
a otro se le caen las cajas de la carretilla
otro gira el carrito de bebé para verla caminar...

como yo...

que ando siguiendo a una rubia y maldición! me acuerdo de repente de que voy a cruzar una calle... giro mi cabeza hacia la derecha (pierdo de vista el culo-vaqueros) y zas! ahí está: el autobus 65 (línea jacinto benavente-colonia gran capitán) frenando para no atropellarme...

el conductor no entiende que me parta de risa ahi mismo mientras levanto la mano en señal de disculpas...

por dios! sí! yo también iba mirando a LA rubia!!! lo siento! lo siento! es que tiene un no sé qué que qué sé yo esto de ir mirando la expectación y consecuencias a su(s) paso (s) (los de las rubias embutidas en vaqueros ajustados, con chaqueta entallada en la cintura y botas altas, digo...), que bien merecía el (casi) atropello! Piénselo: caída de cajas! cese de conversaciones! tortícolis! y si alguien me hubiese ido observando a mi: hasta un casi atropello!

PD: y no, no estaba "tan buena" (es que cada vez que lo he contado me lo han preguntado... ejem!). sencillamente iba con el atrezzo necesario ;-p (benditos simbólicos prevalencientes... Qué sería de la teoría y crítica social -y de nosotras, las que gustamos de eso- sin ellos...)

2 comentarios:

HelenLaFloresta dijo...

bravo x los vaqueros ajustados, los tacones y los escotes!! a mi no me dan tortícolis, sino bizquera... y qué gusto cuando la que das tortícolis eres tú! ;)

Pat dijo...

jijijijiji! :-) de verdad, helen, que casi muero atropellada! jajajajaja!
bs, nena!