<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



martes, 2 de agosto de 2011

no es aqui...

suena el helicóptero insistente
sobrevuela las plazas llenas de gente...
la parada de metro de sol parece que ha sido cerrada por delegación de gobierno
mi compa se marcha a "hacer la revolución"
el timbre de la vecina también suena
insistente
no me asomo a ver quién es y si necesita algo
es su (ex?)marido que vuelve borracho... otra vez
oigo que baja las escaleras
ahora toca el telefonillo...
el perro que vive con nosotrxs mira la puerta
luego a mi
y de nuevo a la puerta
no es aqui, peque, le digo, en un vano intento de que aprenda castellano de golpe...
pero mi cuerpo se lo dice: me giro, entro en la cocina, no hago caso a la puerta...
al rato entiende que no va con nosotrxs...

¿o si?...

un día salí ante las fuertes voces
y los golpes. sobre todo los golpes.
allí estaba él, con los ojos salidos de las órbitas y la boca llena de sangre.
ella, al parecer, le había golpeado o arañado y le dio en las encías... no entendí bien lo que me decía... "menos mal que sales, pati, yo esta mujer es que no la entiendo, no la entiendo, menos mal que sales, a ver si tú la puedes hacer entrar en razón, que yo no sé qué hacer ya, pati, mire a ver, ande, mire a ver"
y se marchó.
la puerta de la casa abierta
nadie en el salón
ni un ruido
nada
yo (la) llamaba. asustada. temiendo que no estuviera bien...
de pronto oigo un gimoteo en la habitación del fondo...
la niña...
corro hacia allí y antes de abrir susurro sus nombres, el de ella y la niña, y pregunto si puedo pasar...
por fin me abre la puerta
por fin veo que no tiene ni un rasguño...
por fin veo que de quien se esconde es de mi...
no me mira los ojos. no más me dice que todo está bien patricia, todo está bien... de verdad...

tardó meses en volver a pararse conmigo a charlar tranquilamente...
supongo que una vez que comprendió que no la juzgaba, y sobre todo, que no le iba a sacar el tema...

porque él, de momento, siempre vuelve...

el helicóptero suena y suena dando vueltas sobre nuestras cabezas...

no es aquí, peque, vuelvo a murmurar, no es aquí...

2 comentarios:

Katalli dijo...

oh.

Sencillamente impresionante.

Gracias por este regalo...

k.

Pat dijo...

gracias a ti por tu comentario... :-)

un abrazo

pat