<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



martes, 26 de enero de 2010

de "seguridad" y números primos...

Últimamente me da por ir pensando en los números primos. Voy por la calle andando y murmuro. Murmuro divisiones, cálculos que no conducen a ninguna parte, sólo a intentar encontrar esos números que únicamente son divisibles entre sí mismos o 1... Normalmente mis cálculos se ven interrumpidos por alguna idea u observación fuzgaz, lo que dura mientras camino y vuelvo a retomar el cálculo allí donde lo hubiese dejado...
Un hombre le da patadas a las basuras que alguien ha depositado justo delante de la tetería árabe de mesón de paredes. Grita. "Aquí delante no se pone basura!!!". Y le da patadas a las bolsas y tablas, y cartones... "Un respeto!!!! Que esto es como mi casa!!!!" Y más patadas. La tetería hace años que cerró.
¿53 es divisible por...?
A la que regreso por la tarde veo dónde ha acabado la basura: delante de la tienda de los bangladesíes, un poco más abajo de la tetería. Si esta noche no lo recoge el servicio municipal, mañana van a tener que darle de patadas, o algo, para apartarlo de su puerta...
¡53 es primo! si... es primo... ¿no? aich! qué difícil, coñe...
La pasada noche entraron a robar en la casa de mi vecina de enfrente. Entraron por la ventana de la cocina. De madrugada. Mientras ella dormía en el cuarto. Se despertó y al preguntar en voz alta que quién andaba por allí, le amenazaron con un cuchillo que cogieron de su cocina... Se estaban llevando la tele por las escaleras, y justo en ese momento se encendió la luz  del portal. Tiraron el cuchillo, tiraron la tele... y se marcharon corriendo derribando casi a la persona que subía por las escaleras...
Vale, 53 es primo. 55 sería el siguiente impar. Es divisible entre 5. Dale, siguiente: 57... Ehmmmm....
Mi vecina ha puesto rejas en sus ventanas. Llorando me dice que ella no quiere rejas, pero que después de lo que ha pasado, tiene que ponerlas... que tiene miedo... Hoy hay una reunión para hablar de si decidimos poner cámaras en el portal... No puedo asistir. No quiero. Salgo a la calle y dirijo mi mirada hacia las cámaras que nos han instalado en casi todas las esquinas de Lavapiés...
57 es divisible por algo, estoy segura... 
Intento no volverme loca. Quizás por eso pienso en números indivisibles. Quizás por eso "pierdo" el tiempo en lo absurdo de un cálculo que no "me sirve" para nada.
"Escribe" leo en el blog de Helen. Tú escribe. Y eso hago yo: escribo. O pienso en número primos.
Cuando pasaba al lado del hombre que pegaba patadas a la basura, éste se paró un momento, me miró y me llamó puta. Y siguió dando patadas a las bolsas. Otro hombre que iba con él me pide perdón y me dice que no está en su sano juicio, que lo perdone. "No importa", digo. "No importa..."
57 es divisible por 3 o por 19. Bien! (o eureka!) A ver: ¿59?
El primero me mira con odio, y mientras pega otra patada dice: "sucia mujer...!!!!"
Gira su cuerpo hacia mí. Empieza a caminar hacia mi. Pero estoy demasiado lejos ya, demasiado calle arriba ya... y su compañero le sujeta mientras le susurra algo al oído y vuelve a mirarme con cara de disculpas...
Me imagino a mi recién "asustada que te cagas" vecina pasando por la calle en ese momento en lugar de mi. Me imagino a cualquier mujer pasando por allí.
La fórmula preferida del profesor, de Yoko Ogawa. Lo de los números primos me viene de ahí. Casi me entran ganas de estudiar matemáticas tras leerlo. Pero sé que no será tan bonito como en la novela. Así que no, no pienso estudiar matemáticas. 
Tras estos episodios y las cámaras de vigilancia casi recién puestitas en lavapiés me viene a la mente, cual número primo, un texto, una reciente entrevista de Maria Naredo. Hay dos párrafos que dicen así:

" (...) En los últimos años ha realizado varias investigaciones sobre alternativas al concepto actual de seguridad. 
Según estadísticas recientes, los índices de criminalidad en España bajan. Sin embargo, la percepción subjetiva de inseguridad aumenta y justifica políticas cada vez más represivas. Algo no cuadra.
(...)
(el) concepto de seguridad es un embudo muy estrecho que define simplemente la inseguridad como sinónimo de criminalidad callejera,especialmente criminalidad contra la propiedad. Este concepto de inseguridad se convierte en una especie de embudo que deja afuera muchas otras dimensiones del problema. No es una definición gratuita, tiene sus porqués y sus para qués. Presenta la sensación de inseguridad como única, cuando es una experiencia múltiple, diversa. Permite canalizar un malestar social más complejo como simple miedo a la criminalidad, evitando así el cuestionamiento de las relaciones de poder (económicas, políticas, de género, etc.) que lo provocan. Justifica una política cada vez más represora frente a los grupos excluidos, señalados como chivos expiatorios y el mal de todos los males. Y legitima finalmente la restricción de libertades y derechos ciudadanos en nombre de ese combate contra el crimen.
(...)
Frente al espacio público esterilizado, frente a las políticas represivas y de exclusión social, frente a la seguridad de arriba a abajo, hay que oponer una seguridad basada en el encuentro, la relación y el diálogo. Se trata de pensar la seguridad, no como un derecho “contra”, sino como un gran pacto de convivencia entre los diferentes “cuidados de sí” de una ciudadanía múltiple y diversa... Otra seguridad pasa por saber, por tener la confianza de que si te pasa cualquier cosa en la calle, está el tendero de la esquina, la vecina del quinto o el del bar de abajo, que siempre hay gente cerca con la que puedo contar. Si la ciudadanía se reapropia de las aceras y las calles, la seguridad vendrá por añadidura. Pero si las abandonamos a la policía y las cámaras de seguridad, ocurrirá lo que ya pasa en muchos barrios donde la gente vive atrincherada en sus domicilios".


59 es primo! Seguro!!! 

¿O no...?

PD: mi vecina tiene ahora mis números de teléfono por si vuelve a pasarle algo, que pueda llamarme.  no se los había dado antes (otras vecinas/os sí que tenemos nuestros números, quedamos a tomar café, etc.) porque no nos lleva(ba)mos bien. no quería que pusiera "mis" cuerdas de tender al lado de las "suyas"...
tampoco soporta a los chavales del barrio que trapichean en el portal de casa, en los parques y plazas...
el otro día hablé con ellos. dicen que hay unos cuantos tipos recién llegados al barrio que son los que andan entrando en las casas últimamente... dicen que no me preocupe, que a mi no me va a pasar nada...
"... si no es eso..." - les digo - "es que no me mola lo que están haciendo... no se entra en las casas de la gente cuando duermen... no se amenaza a la gente con cuchillos..."
No me miran.
No me dicen nada.  
Mi vecina, que no ha tenido mi teléfono hasta ahora que le pasó esto, no es la suya...  
Y es que mi vecina tampoco era mi vecina hasta que le pasó esto...

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