<< El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto, persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente, la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de todos los oprimidos (....)
La mujer libre aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no temer al único gran miedo importante, porque ya no es demasiado orgullosa para compartirlo con otras...>>

Casandra, Christa Woolf


"¿Quiénes sois vosotros para decretar quién debería seguir vuestras normas y leyes inventadas?" Layla Anwar, Mujeres en Iraq: nubes rosas y rojas



sábado, 22 de enero de 2011

reflejos del sistema... o factor humano...

estás sentada y observas
o de pie y observas
echas de menos tener las manos libres para poder escribir todo lo que en esos momentos atraviesa tu cabeza...
y el blog se aparece en el horizonte como el sitio donde te pondrás a editar, a componer mediante letras-teclas aquello que de alguna forma memorizas narrativamente...
no tienes las manos libres porque sujetas los impresos necesarios para entregar en hacienda.
bueno, los necesarios aún no, que estás esperando para comprarlos. en la máquina destinada a tal fin, has cogido un ticket que te dice que tienes unas 33 personas delante para comprar papeles. y unas 50 para entregarlos. te apartas para no estorbar el paso incesante de personas. pero te pongas donde te pongas hay alquien que necesita pasar en esa dirección.
pirurí! (suena)
salta una persona (se mueve)
pirurí! (suena)
salta otra (se mueve)
pirurí! (suena)
otra... (se mueve)
piensas que parece un baile organizado. estamos lo suficientemente entrenados para movernos a la orden del "pirurí!", señal sonora que te indica que un número ha avanzado, y que debes estar atento/a a la pantalla, donde te indican a qué ventanilla ir.
indicar, dícese de: mostrar o significar algo con indicios y señales

pirurí!

en donde la venta de los impresos pasa cada poco tiempo que las personas-números a las que el pirurí llama, se dirigen hacia una ventanilla que no es. aquella que está bajo el número que se anuncia en la pantalla parpadeante.
sólo ven la pantalla.
pirurí!
pantalla...
pirurí!
pantalla...
pero la ventanilla en cuestión está cerrada. cerradidima, de hecho (hay otras que no tienen cristales, pero esta los tiene. y están cerrados, con carteles de por medio...) La funcionaria que atiende en la ventanilla que sí es -dos puestos-ventanillas más a la derecha de donde salen los números-pirurí - entra en cólera cada dos por tres: es aqui, no lo ven? es aqui, no allí!
pirurí! (sólo vemos la paaaantaaallaaaa) (poner voz de frankestein o algo así, en plan muerto viviente de esos lentos o a los que parece que les falta algo de vida precisamente ;-p )
es que está estropeado y mis números salen allí, pero es aquí! nos explica a la masa informe que tiene enfrente...
un señor le dice: debería explicarlo cada poco, porque no lo vemos y los que estamos ahora no estaremos luego...

su compañera, en un alarde de osadía (o desidia y desinterés, según se mire) nos ha dicho: organícense entre ustedes, aclárense.
esto ha venido a que a alguien se le pasó el número, alguien se obcecó en estar en la ventanilla equivocada más segundos de los permisibles-aceptables, etc. y los pirurí-números-persona avanzaron sin ton ni son en la pantalla de la ventanilla que no es.
colapso
y entoces: organicense. aclárense.


hormigas bailando y golpeándonos las unas con las otras.


Más tarde (u otro día, en realidad da igual), entro en una gran superficie de esas que venden ropa. últimamente siempre voy a "tiendas gratis" cuando necesito ropa, pero llevo varios meses que no encuentro pantalones, y necesito unos para el currele...
mientras espero en la cola, vuelvo a observar...
la gente tira las cosas al suelo
una señora se quiere poner una chaqueta que obviamente le va pequeña
la gente que tira cosas al suelo no se para a recogerlas
la señora se queda atrapada en la chaqueta, sin poder quitársela.
igual que no se paran a recoger nada, tampoco se paran a ayudar a la señora que tan sólo necesita que alguien le tire de la manga...
la fila avanza
y entonces me pasa, no puedo evitarlo:
me entra la risa floja
y musito repetidas veces
pirurí!
pirurí!
pirurí!
mientras me dirijo a la señora (abandonando por tanto mi sitio en la fila, pardiez, y soltando las cosas que tenía en las manos para tenerlas libres) y le tiro de la manga...

necesito salir de aqui...
demasiado(s) (factor) humano(ssssssss)...

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